Aparentemente menos experimental que otros trabajos anteriores, contiene, sin embargo, una violenta carga política. Shonen sigue los caminos de Koshikei al cuestionar el trato que existe en Japón hacia los marginados y los pobres. Entendida como una secuela de su documental Diary of a Yunbogi Boy, hecha unos años antes para televisión, Shonen es uno de los films más profundamente humanistas de Oshima.