En Vilaboa (cualquier lugar de Galicia…) hay un modesto club de fútbol, Anduriñas; un modesto club de alterne, Walkirias; un modesto ganador de concursos televisivos, Arsenio; y un alcalde prepotente, que piensa que la ética es una isla griega. Pero un día, inesperadamente, el Anduriñas se queda sin patrocinador, Coral llega desde Venezuela para hacerse cargo del club Walkirias y Arsenio no sabe contestar en el programa de TV, perdiéndolo todo. Como las sorpresas nunca llegan solas, Arsenio se vuelve a calzar las botas con las que se había forjado como leyenda en los campos de juego.